El ollie es la base para casi todos los trucos de skate. Si no sabes hacerlo, ya puedes empezar a aprender. 9 de cada 10 trucos requieren algún ollie. Para hacerlo:

1. Sitúa tu pie delantero en la mitad de la tabla, y tu pie trasero en el tail.

2. Agáchate preparado para saltar. Salta con tu pie de delante, mientras con el pie trasero golpea el tail (cuanto más fuerte, más alto será el salto).

3. Antes de que el tail toque fondo, empieza a deslizar el pie delantero hacia el nose. El secreto de este truco está en controlar el tiempo en el que golpeas y saltas, y el de golpear está en el deslizamiento del pie. Para conseguirlo hace falta practicar, con lo cual, ten paciencia y mejorarás.

4. Nivélalo. Esto lo tienes que hacer después del salto y el golpe. Al principio te sucederá que no vas a tener tiempo de nivelarlo, así que practica para reaccionar antes. Cuando estés en el aire, desliza tu pie hacia arriba y adelante por la lija hacia la parte delantera.

5. Aterriza. La tendencia natural es bajar un poco el pie de atrás para caer primero con él sobre la tabla. Esta es la forma correcta de aterrizar. Ya sólo te queda mantener el equilibrio sobre la tabla, lo que es más fácil si vas agachado... Y ya está... ¡has realizado tu primer Ollie!

Puede que no te salga a la primera, pero el primer ollie es el resultado de practicar, caerse y volver a intentarlo. No te desesperes si no lo consigues a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera.